La ciudad consciente es una ciudad que siente, procesa, y reacciona de modo coherente con el medio. La sensibilidad, hacia el exterior y hacia el interior, de la ciudad entendida como organismo compuesto por materia, flujos y vida, favorece una conciencia de la propia ciudad respecto de sí misma en relación con el medio. Aprovecha los elementos del entorno natural que abastecen y enriquecen a la ciudad, garantizando su conservación.
Es importante tomar consciencia de los bienes y servicios ambientales, aprender a valorarlos e involucrar a todos los miembros de la ciudad para protegerlos, haciendo énfasis en los beneficios que se obtienen y de los riesgos que puede acarrear no cuidarlos.
Estrategias de la Ciudad Consciente:
- Establecer una estrategia de educación ambiental para sensibilizar a la población de la importancia de los bienes y servicios ambientales.
- Establecer decretos para salvaguardar las áreas naturales importantes para la ciudad.
- Regular el crecimiento urbano para evitar que se dé sobre zonas no aptas.
- Reubicación de población en zonas ambientalmente sensibles o de riesgo.
- Establecer la capacidad de carga del ecosistema y generar un desarrollo urbano acorde con éste.
- Elaborar análisis costo-beneficio de las acciones y proyectos de la ciudad considerando los costos ambientales.
- Realizar estudios que permitan tener información sobre los ecosistemas de la región.
- Realizar trabajos de remediación de sitios contaminados y restauración de ecosistemas, cuando se posible (p.ej. con campañas de reforestación).
Beneficios de la Ciudad Consciente
- Aumento en la calidad y cantidad de agua disponible para la ciudad
- Reducción de enfermedades asociadas a mala calidad de agua y aire
- Aprovechamiento sustentable de los bienes que genera el entorno natural
- Conservación de la biodiversidad
Actualmente estamos sufriendo muchos cambios climáticos, sequías, exceso de contaminación, etc., por lo que debemos tomar acción en nuestras ciudades y entorno. Todo comienza con nosotros.
Fuente: INAFED